Diario Información, Elche,27.03.2013
La institución académica, junto al Grupo Eulen, tratará las podas de sus cuatro campus en una planta de la Politécnica de Orihuela


iván jiménez
Iniesta La Universidad Miguel Hernández firmó ayer un acuerdo con el Grupo Eulen con el fin de cooperar en el reciclaje del 100% de los residuos derivados de las casi 40 hectáreas que comprenden los ajardinamientos de la institución académica. Los desechos, que superan las 100 toneladas anuales, se llevarán a la planta de compostaje que la universidad posee dentro de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela. Allí, se convertirán en abono que posteriormente se reutilizará en los mismos jardines donde se originó. Esta iniciativa se enmarca en el programa "Residuos cero en la UMH", que en esta ocasión, además, servirá para mejorar la calidad de sus zonas verdes, pues permitirá ahorrar entre seis y ocho toneladas de fertilizantes. Para la puesta en marcha de la iniciativa se han destinado 40.000 euros.


El proyecto ha sido llevado a cabo por Raúl Moral, profesor del Departamento de Agroquímica y Medio Ambiente de la UMH. Para ponerlo en marcha, el Grupo Eulen facilitará la maquinaria específica destinada a ampliar la planta de compostaje COMPOLAB, una instalación "pionera a nivel estatal", tal y como señaló el docente. Además, la planta cuenta con licencia comercial autorizada de la Consellería de Agricultura. Y es que si cuando empiecen a experimentar con las distintas variedades de compost obtienen una que pueda generar rentabilidad económica a través de su venta, podría explotarse comercialmente, con unos beneficios del 50 por ciento para cada una de las entidades. Las instalaciones del centro de compostaje albergan una superficie de 1.900 metros cuadrados, con capacidad para procesar 250 toneladas de residuos, más que suficiente para tratar todas las podas de sus cuatro campus (Elche, Orihuela, San Juan y Altea).

Moral aseguró ayer que "los primeros resultados se obtendrán en los próximos seis u ocho meses". Antes, se experimentará con los distintos residuos que genere la universidad para determinar cuál de ellos ofrece un compost de mayor calidad. Setos, arbustos, césped o palmas de palmeras son solo algunos ejemplos de las podas que someterán a tratamiento antes de iniciar una producción industrial, que comenzará aproximadamente dentro de un año. Además, destacó el carácter "continuista" del proyecto, pues "no se trata de algo que cesará cuando acabe, si no que se prolongará durante varios años". A nivel ambiental, ya no solo supone la eliminación de fertilizantes y el reciclaje de residuos, si no que el compost generado "mejora la calidad del suelo y contribuye a que este absorba una mayor cantidad de dióxido de carbono, eliminándolo de la atmósfera", añadió.